jueves, 25 de junio de 2009

El infinito y más allá


Ilustración, Marc Johns

La otra noche, tomando unas cervezas, comenzamos a divagar sobre el maravilloso absurdo de una pelota -la tierra- flotando sobre el espacio. Para mi interlocutor, la idea de infinitud se le antojaba inabarcable. A mí me sucede justo lo contrario, me da miedo encontrar límites al final del camino. En esta vida o en la inmensidad del universo.

Prefiero pensar que todo continúa en un espacio infinito, lleno de universos paralelos. O por qué no, que las cosas son aún más absurdas de lo que pensamos. Y que a pesar de Mahoma, la Biblia y los sagrados evangelios, el mundo está controlado por un conejo que fuma en pipa.