sábado, 14 de marzo de 2009

Lapsus linguae



Todavía colea el lapsus linguae de nuestro ilustre presidente, el señor Zapatero. Ya han pasado unos días y tras las mofas iniciales, el suceso sigue perpetuándose en la inmensa videoteca de You tube. Yo, sin saberlo, también lo había archivado en lo más profundo de mi subconsciente... Hasta esta misma mañana. No sé si tendrán algo que ver las sincronizadas que me despaché ayer (digamos que el guacamole produce digestiones difíciles), pero lo primero que he hecho al levantarme es acudir a mi viejo ejemplar "Psicopatología de la vida cotidiana". En él, Freud analiza el olvido de nombres propios, errores y actos fallidos, prisioneros de nuestra memoria.
Naturalmente, este material inconsciente clama por salir, sobre todo cuando paseamos por campos semánticos de alto voltaje: "Relaciones entre España y Rusia", "favorecer", "estimular"... Justo aquí encuentra un resquicio el inoportuno "follar", como un preso huído de Alcatraz. Evidentemente, estas meteduras de pata alcanzan otra dimensión con el presidente Dimitri Medvedev y una jauría de periodistas al lado.
En fin, por si sirve de algo, todavía recuerdo la cara de pasmo de un camarero segoviano, cuando la que escribe estas líneas le pidió una "habitación" en lugar de una "mesa para dos". ¿En qué estaría pensando?